domingo, 14 de noviembre de 2010

Woody Allen y las noticias cientificas


Un relato del cineasta neoyorquino sobre las ciencias nos permite reflexionar acerca de la calidad del periodismo científico.

“El viernes desperté, y como el universo está en expansión, tardé más de lo habitual en encontrar mi bata…”. La editorial Tusquets ha publicado este otoño Pura anarquía, un nuevo libro de Woody Allen en el que el director de cine estadounidense cultiva el género de relatos críticos –¿burlescos?– del mundo que nos rodea, como ya hizo hace años, por ejemplo, en Sin plumas o en Cómo acabar de una vez por todas con la cultura. Uno de los 25 cuentos del nuevo libro, titulado Tirar demasiado de la cuerda –en alusión a la teoría física de las cuerdas–, está dedicado a la ciencia y a su divulgación.
“El Big Bang, los agujeros negros y el caldo primordial aparecen todos los martes en la sección de ciencias del New York Times, y gracias a eso mi comprensión de la teoría de la relatividad general y de la mecánica cuántica está ahora a la altura de la de Einstein, o sea, de Einstein Moomjy, el vendedor de alfombras”. El texto está lleno de las bien conocidas ocurrencias o juegos de palabras de Allen, divertimentos conceptuales que aparentan superficialidad, pero que habitualmente son una demoledora crítica de realidades profundas, producto de la fina capacidad de observación del cineasta neoyorquino. En este caso, una vez leído con detenimiento su relato “científico”, uno no puede menos que reflexionar sobre el tipo de periodismo científico que nos invade Los diarios, como señala Woody Allen, se llenan de espectaculares noticias sobre cómo la ciencia desentraña la complejidad del mundo, pero cada vez es mayor la impresión de que se quedan en un nivel excesivamente superficial que puede llegar a desorientar a los lectores, por otro lado sin duda ávidos de novedades sobre la realidad que nos rodea. La multiplicidad de noticias científicas cada vez más numerosas, pero sin una adecuada contextualización sobre sus aplicaciones reales y sus repercusiones sociales y económicas, que rara vez son parte de esas noticias, puede llegar a convertirlas para muchos en simples curiosidades o anécdotas, y su reitera ción las devalúa. ¿Sería mejor dar menos noticias, pero más amplias y sobre todo situadas en contexto, para una mejor comprensión de su importancia? Esa parece ser la vía para un correcto periodismo científico, que difícilmente es compatible con el poco espacio o tiempo que tienen en una sección de sociedad o en un telediario. “Como el concepto de arriba y abajo es relativo, el ascensor en el que entré subió a la azotea, donde fue muy difícil parar un taxi”. ¡Seguramente por ello, Woody Allen llegó tarde ese día al psicoanalista!

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